La terapia de desensibilización y reprocesamiento por movimientos oculares (EMDR) es un método de psicoterapia efectivo y ampliamente investigado. Ha demostrado ayudar a las personas a recuperarse de un trauma y otras experiencias vitales angustiosas asociadas a problemas de salud mental como el estrés postraumático (TEPT), la ansiedad, la depresión y muchas otras patologías.
La Organización Mundial de la Salud viene recomendando al EMDR ya desde 2013 como uno de los tratamientos recomendados para los trastornos relacionados con el trauma.
La idea central del modelo EMDR, denominado Modelo de Procesamiento Adaptativo de Información (PAI), es que el sistema nervioso tiene mecanismos para procesar e integrar todo lo que nos va sucediendo, incluyendo las experiencias difíciles o estresantes. En ocasiones, cuando estas experiencias son más intensas o complejas para la persona, el sistema se bloquea y el recuerdo permanece almacenado sin elaborar, con las mismas percepciones, pensamientos, emociones y sensaciones. Estos recuerdos no procesados no son fuente de aprendizaje, sino que pueden dar lugar a problemas y síntomas en el presente, cuando algo de lo que ocurre se conecta con esas experiencias. La terapia EMDR ha definido procedimientos para acceder y desbloquear esos recuerdos, y dejar así que el sistema nervioso pueda finalmente integrarlos. Dentro de estos procedimientos, uno de los elementos que se emplea es el movimiento ocular u otras formas de estimulación bilateral del cerebro (táctil, auditiva).
La terapia EMDR ayuda a niños y adultos de todas las edades. Los terapeutas utilizan la terapia EMDR para abordar una amplia gama de problemas:
- TEPT y otros problemas relacionados con el trauma y el estrés
- Ansiedad, ataques de pánico y fobias
- Enfermedades crónicas y problemas médicos
- Depresión
- Trastornos bipolares y psicóticos
- Trastornos disociativos
- Trastornos alimentarios
- Duelos y pérdidas
- Dolor
- Ansiedad por el rendimiento
- Trastornos de personalidad
- Violencia y abuso físico, sexual y emocional
- Trastornos del sueño
- Abuso de sustancias y adicción
- Violencia y abuso
Un terapeuta EMDR con experiencia ha de conocer en profundidad el caso y entender con el paciente las conexiones potenciales entre el problema que le trae a consulta y su historia previa. En base a este mapa inicial, ha de valorarse si la persona necesita un proceso previo de preparación para entender mejor sus dificultades y sus recursos, adquirir cierta estabilidad, gestionar sus emociones y sentirse seguro para abordar sus experiencias difíciles.
Una vez acordados los temas a trabajar, se irá accediendo a cada recuerdo relevante, prestando atención a una imagen negativa, creencia, emoción y sensación corporal relacionadas con este evento, y luego a una creencia positiva que suponga un cambio de perspectiva respecto a la experiencia.
Una sesión típica de terapia EMDR dura de 60 a 90 minutos.
En Batec Ibiza, somos especialistas en este tipo de terapias, no dudes en contactarnos para agendar tu cita.